Tuve un Motorola U9 antes de mi anterior móvil. Siempre me han gustado los Motorola, y este es una auténtica preciosidad: de tipo concha, pequeño y ligero, de color negro brillante que hacía que a priori no te dieras cuenta de que tenía una pantalla en la parte exterior de la tapa. En principio, al activarla, esta pantalla externa muestra la hora, o la identidad de la persona que te estaba llamando, pero también se podía utilizar para elegir el perfil de sonido del móvil, o para leer los mensajes que te llegaban sin tener que abrir el teléfono. Podías configurarla para que mostrara salvapantallas animados. También mostraba la imagen de la cámara si cerrabas el teléfono tras activarla, y tenía una parte táctil que te servía para pausar y reanudar el audio si estabas oyendo música.
Este diseño tan llamativo envolvía un sistema más bien mediocre. La pantalla interior era de una calidad correcta, nada del otro mundo. El teclado, que era completamente plano, estaba un poco duro a veces, y el sistema operativo era más bien lento. Eso sí, la calidad de sonido de las llamadas era bastante buena.